¿Qué es un Riesgo?
De conformidad con lo establecido en las Reglas de Carácter General a que se refiere la LFPIORPI, se entiende como riesgo a la posibilidad de que los sujetos obligados que realizan alguna de las actividades vulnerables señaladas en el artículo 17 de la Ley en comento puedan ser utilizados para llevar a cabo actos tendientes a la comisión de algún delito con operaciones de recursos de procedencia ilícita.
Los riesgos asociados a estos delitos pueden desestabilizar la economía de una empresa e incluso llevarla a su desaparición, es por ello que resulta importante el contar con los controles adecuados que nos permita mitigarlos y, por ende evitar ser sancionados.
En ese sentido, son diversos los riesgos a los que se expone una empresa que no cuenta con un plan estructurado para prevenir el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo, algunos de estos son:
- Riesgo Legal. Ocurre cuando una entidad es sancionada, multada u obligada a indemnizar por haber incumplido normas, regulaciones u obligaciones contractuales derivadas del lavado de dinero.
- Riesgo Reputacional. Es aquel que representa un desprestigio o mala imagen de una empresa, creando una publicidad negativa frente a terceros rompiendo así las relaciones comerciales ocasionando una pérdida de la cartera de clientes, así como la disminución de sus ingresos.
- Riesgo Operacional. Es aquel que ocasiona la pérdida potencial de la información, su procesamiento o almacenamiento derivado de fallas o deficiencias en los controles internos de una empresa por el uso incorrecto de las tecnologías de la información.
- Riesgo de Contagio. Es la posible afectación reputacional, legal o económica que una empresa puede llegar a presentar al encontrarse relacionada de manera directa o indirecta con una empresa involucrada en el delito de lavado de dinero.
Además de los riesgos ya mencionados, el contar con malas prácticas también producen efectos que perjudican no solo a una organización sino a la sociedad en su conjunto.
- Permiten que los grupos delictivos puedan operar y ampliar sus actividades ilícitas a través del lavado de dinero.
- Se vuelve casi imposible competir con aquellas empresas que mezclan las ganancias de actividades ilícitas con fondos legítimos.
- Pueden generar problemas de liquidez en las instituciones del sistema financiero, debido al ingreso y posterior retiro repentino de grandes sumas de dinero.
- Perjudican la reputación del país y la de sus instituciones financieras, lo que en un futuro puede generar una disminución a las oportunidades de un desarrollo sostenible.
¿Qué implicaciones tiene para mi empresa?
El incurrir en algún tipo de riesgo implica para las empresas una pérdida de confianza hacia sus clientes o usuarios, lo que repercute negativamente en toda su organización, perdiendo la confianza de sus empleados y la disminución de sus ingresos. Los medios de comunicación social han jugado un papel muy importante en la percepción de riesgos de las empresas, ya que se pueden difundir con mayor facilidad las situaciones que una empresa pudiera estar presentando a través de múltiples plataformas. Es por ello que, los escenarios de riesgo para la reputación sean aún más peligrosos para las empresas ya que los consumidores pueden acudir rápidamente a sus cuentas de redes sociales y compartir experiencias con audiencias globales.
Recomendaciones para prevenirlo.
Es de suma importancia contar un proceso de administración de riesgos además de prevenir las pérdidas en las que pudiera incurrir una empresa, también permite alcanzar los objetivos definidos por el gobierno corporativo.
De ahí que la coordinación de las diversas áreas de una empresa permite diseñar e implementar mejores políticas y criterios para prevenir, detectar y combatir el Lavado de Dinero, ello con apoyo del uso de las tecnologías de información minimizando así los errores humanos y facilitando un reporte adecuado de las transacciones sospechosas.
Lic. Carlos Gómez Pérez.
Coordinador de Cumplimiento en Materia de Actividades Vulnerables
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