El liderazgo efectivo consiste en la capacidad de ejecutar la visión de la empresa de modo fiel a la cultura organizacional, planificando y asegurando los recursos necesarios, identificando oportunidades de mejora y guiando al conjunto de talentos a conseguir los objetivos comunes, mientras se potencia el desarrollo y la participación individual de cada uno.
Para lograr tener un liderazgo efectivo debemos centrarnos en estos 5 puntos importantes.
- Ser un mejor mentor: Los equipos tienden a buscar el consejo y la guía de quien los lidera.
- Fortalecer la conexión: De la mano del punto anterior, para poder cooperar y colaborar con equipos, se precisa de lazos laborales sólidos y basados en la confianza.
- Tomar decisiones sabias: Deben contar con un proceso efectivo, a la vez que evalúan cada situación desde diferentes ángulos.
- Hallar procesos más eficientes: Será clave conocer las fortalezas de cada talento, y saber delegar.
- Enriquecer la capacidad de adaptación: Un liderazgo efectivo requiere de poder responder con flexibilidad y rapidez a contextos cambiantes.
Si bien es esencial para la prosperidad de una organización, el liderazgo efectivo no es una cualidad que todos tengan. No obstante, aunque con sus particularidades y diferencias, las personas con esta competencia y posición suelen compartir las siguientes características:
- Comunicación efectiva: Es decir, la capacidad para intercambiar ideas, pensamientos, opiniones, conocimientos y datos, de manera tal que el mensaje se recibe y comprende con claridad.
- Confianza y credibilidad: Construir confianza y credibilidad requiere tiempo y esfuerzos conscientes. Por eso, es fundamental ser consistente con los propios comportamientos y mantenerse fiel a la palabra dada.
- Capacidad de inspirar y motivar a otros: Esta cualidad única, marca la diferencia entre los colaboradores que respetan y obedecen a sus líderes por la posición que ocupan, y aquellos que depositan su confianza, lealtad y compromiso en quien los guía.
- Toma de decisiones y resolución de conflictos: Son parte cotidiana de la vida organizacional. Sin embargo, es precisamente el modo en que se decide encararlos, lo que distingue positivamente al liderazgo efectivo. Quienes lo encarnan, actúan responsablemente en favor del bienestar general del equipo y de la empresa, promoviendo interacciones de trabajo que permitan a cada uno de los colaboradores, alcanzar su potencial.
Aunque hay quienes resultan “líderes natos”, la enorme mayoría de las personas puede llegar a desarrollar las competencias necesarias para ejercer un liderazgo efectivo. De hecho, éstas pueden llegar a desempeñar un rol central en el desarrollo de carrera.
Lic. Zoila Castro Orozco
Directora de Recursos Humanos
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