La Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) ha confirmado que, a partir de 2026, el cumplimiento de la denominada Ley Silla formará parte del Programa Anual de Inspección, una vez que sus disposiciones entraron plenamente en vigor el 15 de diciembre de 2025.
Este anuncio representa un cambio relevante en la estrategia de la autoridad laboral: se pasa de una etapa de adecuación normativa y operativa a una fase de verificación, supervisión y acompañamiento activo, en la que las empresas deberán acreditar documental y materialmente que han incorporado esta obligación en su operación diaria.
Para los centros de trabajo, el mensaje es claro: la Ley Silla deja de ser una obligación “en transición” y se convierte en un criterio formal de inspección laboral.
¿Qué busca la Ley Silla y por qué será objeto de inspección?
La Ley Silla es una reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) orientada a la prevención de riesgos laborales, particularmente aquellos derivados de la bipedestación prolongada.
Diversos estudios en materia de salud ocupacional han documentado que permanecer de pie durante largos periodos puede provocar:
- Trastornos musculoesqueléticos
- Fatiga crónica
- Afectaciones circulatorias
- Disminución del rendimiento laboral
Bajo este contexto, la reforma impone al patrón la obligación de permitir la alternancia entre estar de pie y el descanso sentado, como una medida mínima de protección a la salud.
Contenido esencial de la Ley Silla: obligaciones patronales
La obligación central consiste en proporcionar sillas o asientos con respaldo a las personas trabajadoras que realizan actividades de pie, para que puedan utilizarlas durante su jornada sin que ello implique la interrupción de sus labores.
Cuando no es posible colocar la silla en el puesto de trabajo
La STPS ha precisado que, en actividades donde por razones técnicas u operativas no sea viable colocar una silla directamente en el área de trabajo, el empleador deberá:
- Habilitar un área cercana con sillas con respaldo.
- Acordar pausas específicas para que las personas trabajadoras puedan sentarse.
- Definir la duración y frecuencia de dichas pausas, asegurando que el descanso sea efectivo.
Este enfoque confirma que la Ley Silla no se limita a la compra de mobiliario, sino que exige organización del trabajo, planeación operativa y reglas internas claras.
Actualización obligatoria del Reglamento Interior de Trabajo
Uno de los puntos más relevantes para 2026 es la actualización del Reglamento Interior de Trabajo (RIT), obligación vigente desde el 15 de diciembre de 2025.
El RIT deberá incorporar de forma expresa:
- La identificación de riesgos asociados a puestos con bipedestación prolongada.
- Los criterios para otorgar pausas durante la jornada laboral.
- La ubicación, disponibilidad y condiciones de uso de las sillas con respaldo.
Este documento será clave durante las inspecciones, ya que permite a la autoridad verificar cómo la empresa traduce la norma legal en reglas operativas concretas y exigibles.
Inspecciones laborales en 2026: alcance y enfoque de la STPS
La inclusión de la Ley Silla en el Programa Anual de Inspección 2026 faculta a los inspectores del trabajo para requerir, entre otros elementos:
- Reglamento Interior de Trabajo actualizado y registrado.
- Diagnósticos de riesgos por bipedestación.
- Evidencia física de sillas con respaldo y áreas de descanso.
- Procedimientos internos sobre pausas y descansos.
La STPS ha señalado que, al menos en una primera etapa, el objetivo será acompañar y orientar a los centros de trabajo, privilegiando la corrección de incumplimientos antes que una política estrictamente sancionadora.
No obstante, este enfoque preventivo no exime de responsabilidad a las empresas que no hayan realizado ninguna acción de cumplimiento.
Consecuencias del incumplimiento: sanciones y riesgos legales
El incumplimiento de la Ley Silla puede dar lugar a sanciones económicas relevantes. Conforme a la LFT, las multas pueden alcanzar hasta 2,500 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA), dependiendo de la gravedad y reincidencia.
Además de la multa, el riesgo para la empresa incluye:
- Requerimientos correctivos inmediatos.
- Observaciones en materia de seguridad e higiene.
- Potenciales conflictos laborales o inspecciones subsecuentes.
Por ello, el cumplimiento debe ser integral: documental, operativo y preventivo.
Recomendaciones prácticas para las empresas rumbo a 2026
Para enfrentar adecuadamente las inspecciones laborales, se recomienda que su empresa:
- Realice un diagnóstico por puesto sobre riesgos de bipedestación.
- Actualice y registre su Reglamento Interior de Trabajo.
- Documente la frecuencia y duración de pausas.
- Asegure la existencia y accesibilidad de sillas con respaldo.
- Capacite a supervisores y personal sobre el uso correcto de las pausas.
- Prepare un expediente de cumplimiento para inspecciones.
Estas acciones no solo reducen riesgos legales, sino que fortalecen la cultura de prevención y bienestar laboral.
